Cuando Franco Ferrada se lanzó a la jaula de leones del Zoológico Metropolitano, Gorda miraba desde lejos cómo el hombre se colgaba de sus otros dos compañeros Manolo y Flaca, hecho que luego les costó la vida. El Dinamo.
La leona nació en el recinto hace 20 años y ahora que se quedó sola los cuidadores advirtieron un cambio en su conducta. “Los niveles de estrés de Gorda tras el episodio eran altos: estaba asustada, tenía las pupilas dilatadas y estaba algo shockeada”, dijo a Las Últimas Noticias Andrea Caiozi, encargada del Manejo y Bienestar del Zoológico.
Sebastián Mella, guardafauna encargado de los tres leones, dijo que “ellos tres se llevaban muy bien. Siempre se hacían cariño y al menos las leones siempre andaban juntas. Ahora se nota decaída”.
Para Beatriz Zapata, médico veterinario y master en la Universidad de Oxford en Biociencias integrativas, “si bien la tendencia es acoger, estos animales, al ser ellos y nosotros depredadores, nos ven como potencial contrincante. Entonces, en cualquier acercamiento humano, a pesar de que haya un vínculo especial con los cuidadores, su presencia puede ser más invasiva que tranquilizadora. Yo mantendría distancia al principio”.
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¿Qué hacer para revertir el estado anímico de la leona? Beatriz Zapata sugiere que sería bueno para ella buscarle un nuevo compañero pronto.
