Cuando nos mudamos para un sitio nuevo de residencia tenemos que aprender a tener buenas relaciones con nuestros vecinos, ya que en caso de emergencia o que necesitemos algún ingrediente para preparar nuestra comida ellos son quienes nos pueden auxiliar.
En algunos casos corremos con suerte y nos encontramos con buenos vecinos, amables, serviciales, preocupados; están siempre dispuestos a ayudarnos en lo que necesitemos. En la época antigua las comunidades estaban conformadas por manzanas completas, donde vivían solo los integrantes de un grupo familiar es decir tíos, primos, padres, abuelos, yernos, compadres, entre otros. Pero en la actualidad la constituyen individuos de las diferentes clases sociales, etnias, inmigrantes recién llegados y familias ya conformadas.
Es muy importante tener en cuenta que, para llevar una buena convivencia con nuestros contiguos, hemos de actuar según se corresponde en la sociedad que estamos viviendo, es por ello que lo ideal es, como reza el dicho, a donde fueres, haz lo que vieres.
Hay que recordar que, al estar en un país nuevo, las cosas funcionan ligeramente diferente a como eran en nuestra tierra, por lo tanto, la recomendación es que preguntes todo lo que puedas, para que no cometas errores que podrían afectar la convivencia.
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Los vecinos son aquellos seres humanos con quienes nos miramos todos los días y convivimos en nuestra localidad donde se encuentra ubicado nuestro hogar. Es por esto que hemos de procurar llevarnos bien con todos ellos para evitar una mala relación, porque un impase podría generar discusiones continuas e incomodidades permanentes.
La página web imujer.com en su artículo titulado: “Consejos para tener una buena relación con tus vecinos”, su autora Verónica Álvarez, asevera: “Tal vez tus vecinos sean algo… especiales, como la vecindad del Chavo del 8. Pero hasta el vecino que a ti te parece es una persona antipática, puede ser el mejor de tus vecinos si lo respetas, le das un trato amable y tú también te comportas. Si alquilas la propiedad en la que vives, en el peor de los casos podría mudarte pero si es tuya, lo tienes más difícil. De todos modos, siempre es mejor llevar una vida pacifica sobre todo cuando es gente a la que seguramente debes ver todos los días.”
Hay una serie de consejos que podemos darcon la finalidad de contribuir a que tengamos buenas relaciones con nuestros lindantes, a saber:
1) Presentarnos: Cuando han llegado nuevos individuos a nuestra localidad, debemos a la brevedad posible acudir a presentarnos, colocarnos a la orden y proporcionarles la información sobre los comercios más cercanos, rutas de transportes públicos y/o privado, taxis o la frecuencia y horario de la recolección de los desechos sólidos.
2) Saludemos: Al salir de la casa a cualquier hora pasar por el frente de la casa de los vecinos y encontrarnos con ellos debemos saludarlos con las señales de costumbre.
3) Sentido común y empatía: No debemos hacer en nuestra residencia alguna acción, la cual moleste o interfiera con la paz y la tranquilidad de la comunidad, tal es el caso de escuchar música a muy alto volumen.
4) Puertas cerradas: Hemos de mantener los accesos a nuestro hogar cerrados para conservar el respeto, la privacidad, si hay desorden de esta manera se oculta y por sobre todo seguridad.
5) Si tenemos mascota: Debemos tratar que nuestro perrito en las noche no moleste con sus ladridos a las personas que tenemos a los lados. Si es un gato que no vaya a las otras casas a molestar a pedir comida o dañarles el césped.
6) Estacionar bien el vehículo: Tratemos de no hacer sonidos ensordecedores con el coche cuando salimos temprano y estacionémoslo en un sitio donde no moleste el paso de nadie, mejor todavía si es frente a nuestra casa.
7) Saquemos la basura el día indicado: Hemos de sacar los desperdicios el día y a la hora que pasa el camión recolector.
Así que lo que se necesita más que nada es un poco de sentido común, pensar en los demás y en cómo lo que yo haré podría incomodarlos y de esa forma ser un buen vecino, porque recuerda, el mejor vecino es aquel que no molesta.
Además, ser buen vecino significa que mantendremos en alto nuestro gentilicio, y la gente dirá «ahí en el edificio viven unos [coloca aquí tu nacionalidad] y ni se sienten, son unas personas super educadas, de los mejores vecinos del edificio», y eso, todos tus compatriotas te lo agradecerán.
